La adaptación y la especialización son dos constantes que han acompañado a Buntplanet desde sus inicios en el año 2000, con otro nombre, hasta el presente, donde cree haber encontrado su espacio en el negocio del sector del agua. Su fundadora, Ainhoa Lete, relata el devenir de una startupque en 17 años ha cambiado de sede y denominación y se ha especializado en una actividad con la que no comenzó, aunque mantiene su oferta inicial.
¿Por qué decide crear la empresa?
-Por envidia. Cuando tenía mi puesto de trabajo en Siemens de Múnich, me impactó mucho ver la cantidad de ingenieros que trabajaban en nuevos productos y quise hacer algo parecido. Al principio creamos una ingeniería de softwarepara dar servicios a empresas en Alemania, pero ya estábamos en contacto con BIC Gipuzkoa para trasladar aquí la empresa y en un plazo relativamente corto comenzamos a ofrecer desarrollos de software a medida para compañías guipuzcoanas.
¿El tejido empresarial empezaba a interesarse por el mundo de la tecnología?
-El software es el valor añadido de un producto convencional, y en aquella época el paso era crear una plataforma web que combinara la potencialidad de los productos existentes. Ahora estamos en el siguiente salto, el de la inteligencia artificial. Hemos vivido cómo ha ido evolucionando la tecnología de una forma espectacular en los últimos años. Como ejemplo, nuestra plantilla inicial fue de cuatro trabajadores y actualmente somos 15.
Sin embargo, ahora se centran en el tratamiento del agua.
-Uno de nuestros hitos data del año 2007, cuando comenzamos a trabajar en proyectos de desarrollo a medida centrados específicamente en el sector del agua. Nos ha marcado mucho, porque nos llevó en la dirección en la que nos encontramos ahora. Además de proseguir con desarrollos a medida para empresas que están innovando en el área de producto e incorporando inteligencia artificial a su oferta, también tenemos nuestro producto propio para el sector del agua que es muy concreto.
¿Qué ha supuesto el diseño de un producto propio?
-Un avance que se produjo en 2013. La crisis nos afectó de lleno y, por este motivo, realizamos una reflexión estratégica que nos llevó a crear un producto propio que nos permitiera tener cierta estabilidad para posteriores crisis. Nuestra propuesta se focaliza en las pérdidas de agua y se puede vender en todo el mundo, con lo que no estamos tan sujetos a la estacionalidad de los mercados locales. Este año, el porcentaje de actividad que acapara el producto propio es del 50%, mientras que la otra mitad corresponde a desarrollos de software a medida.
¿Qué servicio ofrece?
-Evitar las pérdidas de agua, que son de dos tipos. Una de ellas es la fuga habitual, y para evitarla analizamos los datos de los caudalímetros, que son aparatos que miden el caudal en la red de distribución y están colocados en las tuberías, con el objetivo de detectar las irregularidades y localizar la avería. Por otro lado, están las pérdidas comerciales que se producen cuando el agua desaparece sin que exista ninguna vía de escape. La razón está en que el agua se mide con unos contadores que, con el tiempo, tienden a medir de menos. Hay un agua que se pierde por este motivo, o porque hay errores en la transmisión de datos o de lectura de estos aparatos. En ese caso, nosotros también analizamos datos, concretamente de los contadores. Con esa información y con los modelos hidráulicos de la red somos capaces de identificar el fallo para que sea posteriormente reparado.
¿Cuáles son sus principales clientes?
-Tenemos clientes en el Estado, en Alemania, en Portugal, en Costa Rica y en Bolivia. Actualmente nos encontramos inmersos en un proceso muy fuerte de darnos a conocer en el exterior, tratamos de impulsar nuestro negocio en todo el mundo porque el problema del agua no es local, es un problema mundial. En este trabajo hemos conocido lugares donde hay un estrés hídrico espectacular junto con otros que tienen abundancia de agua pero donde el daño que puede causar una fuga es muy importante, porque la tubería que acaba reventando puede estar dando servicio a una infraestructura crítica. En otras zonas donde no hay tanto estrés hídrico, como Alemania o Euskadi, lo que nos preocupa es detectar las fugas cuanto antes para que no se produzcan estos daños colaterales.
¿Cómo acceden a esos mercados?
-Principalmente a través de ferias y congresos, ámbito en el que somos muy activos. Junto con los viajes, y como nuestro producto es una herramienta digital, tenemos la ventaja de poder contactar y realizar demostraciones sin necesidad de una presencia física, lo que nos facilita la internacionalización.
¿Cuáles son los objetivos a medio plazo?
-Nuestro foco continuará en el mundo del agua y en la internacionalización, retos que pretendemos reforzar.
Fuente: NOTICIAS DE GIPUZKOA