Asientos de coche convertidos en muebles o el uso de redes en la industria textil son el resultado de este modelo
El movimiento se demuestra andando y en el caso de la economía circular, empresas y administración llevan varios años transitando por el camino. La colaboración de compañías de diversos sectores está dando ya sus frutos con productos innovadores que permiten una mejor gestión de los residuos industriales y que cuentan con el respaldo de las ayudas del Gobierno Vasco.
Asientos de coches reutilizados como muebles, recuperación de metales de pilas como materia prima en acerías, recuperación de fibras de redes para utilizarlos como hilo en la industria textil, material de aislamiento de edificios obtenido de prendas desechadas, mortero para obras logrado a través de la valorización de caucho de neumáticos, lunas de coches que se reutilizan en la industria mineral….
El campo ofrece muchas oportunidades y empresas como Digimet, Sidenor y Arcelor Mittal trabajan codo con codo junto a Tecnalia en un nuevo concepto de horno metalúrgico para recuperar polvos de acería. Es uno de los 36 proyectos de demostración de la economía circular en Euskadi, en los que están implicados sectores tan dispares como la automoción, la industria de componentes eléctricos, el metal, construcción, plástico y caucho, textil, papel y biorresiduos.
Estas alianzas cruzadas también tienen eco en el Basque Ecodesign Center, centrado en desarrollar procedimientos que permitan optimizar el diseño de las producciones de cara a reducir el impacto medioambiental y permitir un mejor aprovechamiento de los componentes.
“Es importante impulsar iniciativas de este tipo, porque no se reduce a una empresas o un sector, inciden en toda la cadena de valor de la economía”, destaca la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno. En ese campo, se ha lanzado este año Innovation Factory, donde Petronor y la empresa de reciclaje de Andoain Ekorec buscan salida a los productos químicos que no se consiguen reciclar en la producción de la refinería.